El programa nos ayudó a cambiar profundamente la mirada que teníamos de nosotros mismos y de la realidad. Nos facilitó herramientas prácticas con las que hoy estamos mejorando la efectividad de nuestro equipo y nuestra calidad de vida.

Energía creativa

He tenido la oportunidad de observar activamente la labor del facilitador en un proceso de transformación construyendo junto a los líderes de las áreas internas un equipo de trabajo cohesionado y efectivo. Trabajaron en un proceso de desarrollo personal dentro del propio equipo que les permitió limar asperezas tóxicas que paralizaban la energía creativa y transformarla en una fuerza creadora que potenció los lazos entre las personas. Ya pasado un año de trabajar juntos, se produjo un círculo virtuoso en el equipo que ha contribuido en forma importante a la consecución de las metas. Trabajaron identificando y diseñando su propia misión y visión como equipo así como los valores fundantes.

Como consecuencia de este proceso encarado que finalmente se transformó en un modo de conectarse con el otro y de trabajar, el equipo entero pudo enfrentar de una forma más sólida las dificultades y los cambios del contexto, liberar todo su talento, además de cambiar el contenido de sus conversaciones cuidando a las personas.

Ser consciente

Durante el proceso se produjo un cambio radical en todo aspecto. La relación entre las personas y los equipos de trabajo sin dudas mejoró. Esto impcató fuertemente en la dinámica organizacional del área. La potencia latente en el equipo salió a la luz y la capacidad de creación se hizo manifiesta en toda su dimensión.

El crecimiento en el plano organzacional fue consecuencua del crecimiento en el plano personal de los integrantes del equipo. El aprendizaje en este sentido fue inmenso. Cada uno pudo identificar para sí mismo sus valores y creencias. En definitiva, qué era lo importante para cada uno. Y a partir de ello compartirlo y buscar el factor común. Así se encontró qué era importante para NOSOTROS. Luego fue más fácil. Esos fueron los pilares del área. Cada cosa que hacíamos se apoyaba en ellos y los resultados pasaron a ser una consecuencia del honrarlos y tomarlos como guía.

El cambio se dió en las personas y eso impactó en lo cotidiano, con las familias, amigos y con la relación con todas las personas en general. “La realidad cambió”, la forma de percibirla comenzó a ser diferente. Entonces empezamos a actuar de otra manera comprendiendo la “subjetividad” de la realidad, escuchando y entendiendo distintos puntos de vista sobre un mismo hecho, identificándonos en los demás. Una vez que empezamos a ser “conscientes” de lo que sucede alrededor y con las personas, pudimos ver las cosas que pasan con un enfoque sumamente constructivo y creativo y a partir de ello desarrollar ideas.

De la desconfianza a los valores compartidos

Cuando comencé en el área lo que más me impacto fue la desconfianza y la necesidad de tener fronteras en el alcance del trabajo de cada uno. En mi experiencia anterior todos hacíamos de todo dependiendo de lo que se le pedía al área. Quizás esto requiere un control demasiado detallado de la coordinación del área, permitiendo descuidos por parte del jefe de otros aspectos, como económicos, de infraestructura y de recursos.

Rescato muchísimo el énfasis en los valores que nosotros mismos decidimos que queríamos que se respetaran. Creo que son la base de las relaciones en un equipo (y también en la vida) y este tema creo que fue sobre el que más se avanzó durante el proceso. A partir de ahí se puede pensar en trabajar verdaderamente en equipo. Este punto es fundamental para lograr resultados manteniendo un equilibrio laboral y familiar.

Me resulta difícil escribir sobre las repercusiones que tuvo en mí el programa Liberación Consciente, ya que a partir de éste todo cambió y por la magnitud de estos cambios todavía los sigo descubriendo… Con el curso pude darme cuenta no sólo que no era la única que tenía “problemas”, si no que además esos “problemas” no eran tales, que eran parte de mis creaciones y que podía elegir crear otra realidad. Aprendí a estar atenta de no juzgarme ni juzgar, lo que me trae una Gran Libertad. Me permite enfocarme en lo que realmente quiero y no estar tratando de contentar a los demás…. Como expuse antes todavía “siguen cayendo fichas”… sólo quiero destacar que agradezco haber recibido el curso de quien lo recibí puesto que sin su calidez y respeto no hubiera sido tan Efectivo para mí. Gracias.

Este no es un programa más. Es un programa diferente a todos los que hice en mi vida (que fueron varios).
Así como hay un antes y un después de haber terminado una carrera profesional, hay un antes y un después de este programa.

La persona que termina de “vivir” este curso es mucho mejor persona que la que lo empieza.
Adquiere una capacidad antes insospechada de intervenir en su interior para luego hacerlo desde un lugar más sabio en el mundo exterior.
Como por arte de magia las amenazas se transforman en oportunidades y es mucho más placentero vivir en un mundo de oportunidades que uno de amenazas. O sea, mejora tu calidad de vida (cualquiera sea que tengas).

Cuando empecé este programa estaba lleno de descreimiento, probablemente porque ya me había “quemado” con otros cursos. Pero de entrada queda claro que esto no es “más de lo mismo”.

Me resulta difícil escribir sobre las repercusiones que tuvo en mí el programa Liberación Consciente, ya que a partir de éste todo cambió y por la magnitud de estos cambios todavía los sigo descubriendo…

Con el curso pude darme cuenta no sólo que no era la única que tenía “problemas”, si no que además esos “problemas” no eran tales, que eran parte de mis creaciones y que podía elegir crear otra realidad. Aprendí a estar atenta de no juzgarme ni juzgar, lo que me trae una Gran Libertad.

Me permite enfocarme en lo que realmente quiero y no estar tratando de contentar a los demás…
Como expuse antes todavía “siguen cayendo fichas”… sólo quiero destacar que agradezco haber recibido el curso de quien lo recibí puesto que sin su calidez y respeto no hubiera sido tan Efectivo para mí.
Gracias.

El programa llegó justo en un momento en el que estaba pasando por grandes cambios en mi vida. Si bien fueron cambios elegidos por mí y que yo consideraba francamente positivos fueron desafiantes y no pude evitar sentirme en varias oportunidades superada por las distintas situaciones que se me presentaron y que en ese momento vi como adversas.

Me ayudó a tomar las riendas de la situación, a volver a ser consciente que estoy aquí porque yo lo quise y a poder capitalizar todas esas circunstancias como formas de aprendizaje y de autoconocimiento. Me brindó muchas herramientas prácticas que puedo usar a diario para seguir en ese camino. El pasaje de ” víctima “ a “protagonista” es algo que puedo hacer cada vez con menos dificultad. Sale cada vez de manera mas natural. Me siento mas en sintonía con mi ser. Gracias.

Llegué al programa por una recomendación, sin esperar mucho y “a ver qué pasa”.
Y realmente logré “darme cuenta”, poner en blanco y negro situaciones profesionales y personales por las cuales estoy pasando y comenzar a accionar con conciencia y “responsabilidad”.

Agradezco mucho a todo el equipo por su calidad humana y profesional.

Asistí al principio por curiosidad. Pero ya después del primer encuentro me había dado cuenta de lo acertada de mi decisión.

Aprendí a conocerme más y me sirvió para mejorar mi relación con familiares más cercanos.
Aunque tengo mucho por practicar, siento que ya me ha dado los primeros frutos.

Aprendí también a conocer mejor a mis amigas y actuar de otra manera con ellas, en muchos aspectos. Imagino que la gente joven pudo aprovecharlo muchísimo más, no sólo en su vida profesional sino también en su vida de relación con amigos, padres, esposas/os, hermanos…